jueves, 29 de julio de 2010

-Carta para la muerte.

Estimada Muerte:
Desde que nací he saboreado tu presencia: familares, amigos, compañeros... han sido abrazados por ti. Incluso has estado a punto de abrazarme.

La gente te teme, pero yo he tenido siempre una devoción especial por ti. Te admiro, pero a la vez te tengo miedo, un miedo a que me abraces pronto, un miedo a dejar de existir. Este miedo me ha hecho buscarte, comprenderte, temerte, amarte.

Supongo, estimada muerte que te acuerdas de mi, ese chico que cada sábado por la mañana acudía a los cementerios a meditar, a observar los funerales, a leer e incluso a limpiar alguna losa antigua donde los vivos ya no acudían a limpiar el frío mármol.

En la noche oscura de mi alma, quise comprenderte, pero nunca tuve contestación.

Me gustaria poderte ver sin darte mi ser, quiero vivir muchos años en este mundo, pero dame la oportunidad de ser tu amigo sin que me lleves contigo.

Estimada muerte, dicen que eres nuestra mejor amiga, pues que por muchos años que pasen,siempre te acuerdas de nosotros y acudes a abrazarnos, como una madre abraza a su hijo.

Se que te sientes sola, triste de que nadie te comprenda, pero aqui tienes un amigo, un amante... Pero deja que viva entre los vivos.

Hasta el día que te conozca, hasta el día que bese tus labios, el día en que deje de existir para los vivos, el día en que lágrimas humedezcan mi tumba, siempre te intentaré comprender.

Pero no te olvides que lucharé por evitar tu abrazo hasta que mi cuerpo y mi alma lo deseen.

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